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Nuestra Historia

La Fundación Comunidad y Axión fue creada en el año 2006 para trabajar en El Alto, Bolivia. La población, prioritaria a la que dedica sus actividades, son niños y niñas, jóvenes y mujeres empobrecidas migrantes o con algún grado de migración. 

Iniciamos nuestro servicio con grupos de jóvenes escolarizados de zonas periféricas de El Alto en el desarrollo y fortalecimiento de sus destrezas de pensamiento, por intermedio del análisis de su propia realidad y la definición de una visión de desarrollo de la ciudad en la que viven.  

 

Después de esta experiencia, y de un tiempo de reflexión y aprendizaje, convocamos a un grupo madres para trabajar su visión de desarrollo de El Alto. 

Convocamos a un grupo madres para trabajar su visión de desarrollo de El Alto. 

La visión de desarrollo de las mujeres prácticamente repetía el imaginario generalizado: Nuevo aeropuerto, más industria, estadio de fútbol, en fin, una “ciudad moderna”. 

¿En qué medida, este grupo de mujeres, refleja su más profunda visión de vida? 

Cambiamos la pregunta. ¿Cómo les gustaría vivir en El Alto? 

Sus respuestas:

  • Con mayores posibilidades de garantizar la alimentación de su familia, particularmente la de sus hijos e hijas.

  • Desean que crezcan sanitos y que estudien bien 

  • Que haya más árboles, “más verde”

  • Que haya más respeto de los mayores a los menores y también a las mujeres.

En síntesis, tienen siempre latente el deseo y la oportunidad de vivir bien.

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Como institución hemos nacido para servir a este grupo poblacional y una de sus necesidades más inmediatas y vitales es la alimentación. Sin alimentación no hay formación, de lo que sea, que sea sostenible. 

Desde el año 2008 al presente trabajamos en Agricultura Ecológica Urbana activando el derecho a la alimentación de esta población, con el convencimiento compartido: producir para consumir, no para comercializar.  

La Agricultura, en nuestro aprendizaje, no es una técnica, ni artesanal, ni sofisticada, de producción de alimentos. La Agricultura es una forma de vida. 

En la cosmovisión andina, transmitida y compartida por estas poblaciones, la agricultura es una forma concreta de cuidar a la Madre Tierra. Es una forma de perfeccionamiento como seres humanos, es un acto de reciprocidad a la generosidad de la Madre Tierra que nos provee de lo más esencial para vivir bien: aire limpio, agua abundante y sana, tierras fértiles y alimentos.  

Entre 2008 y 2022, la Fundación Comunidad y Axión ha implementado 449 Huertas Ecológicas Urbanas y cada una produciendo, en promedio, 25 variedades de hortalizas, 2 árboles frutales y 12 variedades de plantas ornamentales y medicinales. 

Desde el 2008 al 2022, el conjunto de Huertas Ecológicas Familiares, aportan a El Alto con cerca de 10.650 Mt2 de nuevas áreas verdes y han activado la presencia de biodiversidad animal, como insectos y aves.

 

Estas Huertas Ecológicas proveen de alimentos orgánicos a vecinos y familiares a través de la venta esporádica, a precios solidarios, por el trueque con otros productos alimenticios y, es de destacar, por donación que realizan a otras familias que consideran más pobres que ellas mismas. 

Aunque la inseguridad alimentaria familiar es un problema importante, el otro problema que afecta directamente a las vidas de las personas con las que estamos trabajando es el cambio climático. 

En la Fundación Comunidad y Axión estamos trabajando, junto con las mujeres, jóvenes, niños y niñas, para generar alternativas a la forma de vida consumista, promoviendo la conexión con la comunidad humana y la Madre Tierra, nuestras raíces se fortalecen y se generan formas alternativas de vivir. Los corazones y las mentes están cambiando para centrarse en la vida y en la Madre Tierra. 

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