La Fundación Comunidad y Axión está ubicada en la ciudad de El Alto, Bolivia y trabaja principalmente con sus ciudadanas ya con agricultura urbana o sobre la convivencia.
Esta ciudad está habitada mayoritariamente por familias indígenas aimaras que han migrado, para estar cerca de La Paz, en busca de trabajo, pero han tenido dificultades para mantenerse. La búsqueda de trabajo es competitiva y muchas familias tienen dificultades para procurarse alimentos sanos y asequibles.
El Alto se encuentra a 4050 metros de altura, es el centro urbano más alto del mundo y la altura dificulta el cultivo de alimentos, particularmente hortalizas, porque las temperaturas son bajas y rara vez superan los 20 grados, incluso en el verano. Al mismo tiempo, el sol es muy intenso que a veces quema a las plantas que crecen y seca rápidamente el suelo. Además de estos problemas se han visto agravados recientemente por la sequía y por el rápido crecimiento urbano y periurbano que estamos viviendo.
La ciudad El Alto, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE - 2021), tiene una población de 1.098.100 para un país de 12,08 millones de habitantes esto es significativo. Y la mayoría de estas personas son migrantes del campo o son de la primera o segunda generación. La migración a la ciudad genera un tremendo choque cultural para las familias. Las ciudades obligan a las familias, en algún grado, a rechazar su identidad cultural andina. Esto incluye su idioma, cultura, manara de vida y sus ritos.
La vida en la ciudad les trae un nuevo tipo de presión económica a las familias migrantes. El Alto es una ciudad muy comercializada donde hay presión de vivir por encima de sus posibilidades y, al mismo tiempo, siempre se ven obligadas a salir para vender o trabajar para tener suficiente dinero para sobrevivir. Hay mucha inequidad económica.
Es una ciudad con personas súper ricas que viven en casas grandes sin preocuparse por el dinero para vivir el día a día. Existen demasiadas familias que viven en un cuarto y no saben cómo va a conseguir comida para sus hijos.
Al lado de El Alto, conectada por calles y un sistema de teleférico, se encuentra la ciudad Nuestra Señora de La Paz, la capital administrada de Bolivia que alberga al gobierno nacional y tiene una historia colonial desde el año 1548, en comparación de El Alto que sólo tiene una historia como ciudad oficial desde 1985.
En todo lo que hacemos aplicamos el enfoque intercultural y provocamos diálogos interculturales para generar convivencia. La gran mayoría de las personas con quienes trabajamos son aimaras que migraron a la ciudad y que sufren la fuerte presión occidental y comercial lo que les provoca vivir en una situación de conflicto interior cultural.
Vimos como clave la importancia a tener comunidades donde la gente puede vivir en manera saludable y en armonía con todos los seres vivos, donde cuidamos la Pachamama, Madre Tierra, que es nuestro primer y único hogar.
Es en este contexto que trabajamos con los más pobres para que puedan tener una comida asegurada. Trabajamos para que ellos y ellas puedan construir una ciudad donde haya convivencia y paz. Trabajamos para sensibilizar sobre el cambio climático, para motivar a todos y a todas, pero especialmente en los jóvenes de ser agentes de cambio.
Para comprender con más profundidad sobre nuestro trabajo y nuestros pensamientos, le invitamos a leer algunas de nuestras publicaciones e investigaciones que pueden encontrar en el enlace siguiente.
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