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PENSAMIENTO SISTÉMICO Y TRANSFORMACIÓN JUVENIL



Estudiantes de la Escuela Superior de Formación de Maestros Técnico Humanístico El Alto con su docentedurante una visita a una huerta ecológica familiar en una zona periurbana de El Alto.

Estamos convencimos que el pensamiento sistémico es una estrategia fundamental para mejorar nuestro mundo. Poner en práctica este pensamiento genera cambios importantes y cambios a escala personal. Todos los cambios, pequeños, medianos o grandes, son importantes.

En nuestro trabajo con jóvenes hacemos énfasis en el pensamiento sistémico para diseñar e implementar proyectos que generen cambios en sus vidas y también en su entorno.

Desde el año 2022 trabajamos con la Escuela Superior de Formación de Maestros Técnico Humanístico El Alto, con la especialidad de biología y geografía. Con este grupo de 25 futuros maestros y maestras y sus 2 docentes apoyamos en el diseño e implementación de su proyecto sistémico. Como parte de este proceso, los y las estudiantes han construido 2 invernaderos o carpas solares, tanto con aportes propios, como con aportes de la Fundación Comunidad y Axión.

Compartimos algunas reflexiones de los y las estudiantes sobre cómo sus vidas han sido positivamente afectadas desde que empezaron con el proyecto. Escribieron sus reflexiones a la conclusión de la construcción de sus invernaderos hortícolas y la primera siembra de hortalizas de su proyecto Sembrando educación, cosechando valores para vivir bien.

Las estudiantes preparando el sustrato por su invernadero hortícola

Uno de los cambios más importantes que causó en mi vida es que antes yo no tenía mucho interés en preservar la naturaleza, ni en tener contacto con ella. No sabía lo importante que era esto, no porque no quería, sino porque no conocía mucho del tema. Tampoco sabía bien en qué estado estaba nuestro planeta, ni todo en daño que le hacemos actualmente. Ahora, gracias a los talleres y a las experiencias que tuvimos durante estos, me di cuenta que es muy importante empezar el cambio desde uno mismo, que toda acción, aunque sea pequeña, cuenta para lograr un cambio en la sociedad, es por eso que trabajando con el invernadero lograremos un cambio, primero en nosotros, después es la comunidad que nos rodea, como en nuestros compañeros de otras especialidades, también en los vecinos y en los estudiantes de colegios cercanos a la ESFM [Escuela Superior Formación de Maestros].

Desde que me interesó tener contacto con la naturaleza, gracias a los talleres, yo por mi cuenta estuve adquiriendo plantas para que estuvieran en mi casa así poder tener más contacto con la naturaleza, ésta fue una de las mejores decisiones que tomé en mi vida. Cuando estoy con mis plantitas siento una paz, me gusta ver cómo están, cuidar de ellas y hasta hablo con ellas. Esto hace que ame a la naturaleza como nunca lo había hecho, es un sentimiento de los más bonitos, es por eso que yo me puse como misión llegar a incentivar a mis futuros estudiantes a que tengan un amor por la naturaleza.” (Estudiante y futura maestra)


Uno de los cambios más significativos que tuve en el desarrollo del proyecto fue del aprendizaje en el momento de la construcción de un invernadero, cada tarea procesual que se trabajaba comunitariamente cambió mi pensamiento en cuánto cuesta realmente el realizar un proyecto, pues no es sólo la disposición de un capital y la mano de obra lo que se necesita. El desarrollo de un proyecto requiere compromiso en lo más esencial y no sólo un compromiso en el momento, sino un compromiso que vaya desde el momento que empezamos hasta llegar más allá de su conclusión. Los descuidos que se puede tener por simple distracción a pausa del proyecto resultan catastróficos, pues con el accionar que realizamos nos referimos al cuidado de la vida vegetal, de un ser vivo que siente y llega a sufrir, si es que no se lo se lo trata con un debido cuidado.” (Estudiante y futuro maestro)

Estudiantes con el director de Fundación Comunidad y Axión, Oscar Rea, durante un taller

Bueno, en un principio mis compañeros, incluyéndome, ahí fuimos, no convivíamos mucho como compañeros, cada quien iba por su lado, en pocas palabras individualistas. Pero cuando iniciamos con el proyecto empezamos a convivir, aunque a un principio no fue fácil, pero luego ya nos íbamos entendiendo, aparte de eso no teníamos mucho conocimiento sobre la construcción del invernadero, de la misma forma no sabíamos qué tan grave era la contaminación de la Madre Tierra, pero gracias al apoyo de la Fundación Comunidad y Axión fuimos comprendiendo todas nuestras dudas paso a paso, a través de los talleres facilitados por la fundación.” (Estudiante y futuro maestro)

Una estudiante regando su primera siembra en almácigo

Como puedes ver, el proceso de construir invernaderos hortícolas, como parte del nido ecológico de la ESFMTH EA, no fue tan sencillo. Hubo un largo proceso de ejercitación para el desarrollo del pensamiento sistémico y para la implementación de los invernaderos hortícolas.

Al inicio de proyecto, los y las estudiantes no podían imaginar que después de un tiempo sus perspectivas podían cambiar, que iban a desarrollar más capacidades técnicas y tener más cercanía entre compañeros y compañeras y con la naturaleza. Ellos y ellas han notado estos cambios dentro de sí mismos que les motiva a ser mejores profesores y profesoras.

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